El cuero a base de fibras de piña que revolucionará el mundo textil

Maribel - Economía HumanaBlogLeave a Comment

Para obtener cuero ya no es necesario dañar a ningún animal ni hay que enfrentarse a PETA, ahora, basta con un par de piñas.

Carmen Hijosa, una diseñadora española con una amplia trayectoria en la creación de telas y la fabricación de artículos en piel, quien además tiene un PhD en textiles del Royal College of Arts & Design de Londres, es la creadora del primer cuero hecho con fibras de piña, llamado PIÑATEX, patentado por su empresa textil Ananas Anam.

Durante un viaje a las Filipinas en los años 90 y teniendo siempre en la cabeza sus conocimientos y referencias de producción textil, Hijosa descubrió en el país oriental un uso diverso que se le puede dar a esta fruta tropical más allá de las ensaladas… o el jugo. Se dio cuenta de que de las hojas de la piña se podía extraer una gran cantidad de celulosa, una poderosa fibra vegetal, la cual al convertirse en textil por medio de procesos físicos y químicos, es un producto extremadamente flexible y resistente, muy parecido al cuero.

El cuero a base de fibras de piña es producido en una primera etapa en las Filipinas, un lugar tropical donde la temperatura no baja de 27 grados y en donde sus diferentes superficies permiten una agricultura fértil durante todo el año. Según la base de datos de la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) en el país tagalo se producen casi tres millones de toneladas de esta fruta anualmente, siendo más del 70 por ciento de la producción proveniente de la isla Mindanao. Son estas condiciones de constante humedad y temperatura las que facilitan la extracción de toda la celulosa de las hojas de la piña sin que esta pierda sus cualidades. Luego, el producto obtenido se lleva a Barcelona en donde las fibras son procesadas y teñidas.

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Esta propuesta textil innovadora es también ambientalmente responsable. Para la fabricación del cuero, se utiliza un subproducto reutilizable de la recolección de la planta de la piña como son sus hojas. Además, se convierte en una opción para poder usar cuero, sin llevar en los hombros, los pies, las piernas o la conciencia el peso de que un animal fue despellejado para que un lunes cualquiera tu look se destacara entre la multitud.

El cuero de animales, que se ha utilizado por la humanidad desde la prehistoria, inició siendo usado por su función protectora frente a climas azarosos; sin embargo, su uso funcional ha sido reemplazado por su uso suntuario y comenzó, con el tiempo, a ser sinónimo de elegancia. En la Edad Media, la producción de cuero animal se empezó a encarecer por la creación de los impuestos a las manufacturas, lo que llevó a que únicamente la realeza pudiera costear este producto de lujo. Sengún la organizaciónFashion in Time, con el tiempo el cuero se convirtió en un símbolo de riqueza el cual adoptó la alta costura para brindar exclusividad a sus clientes.

Desde los años 90, las organizaciones que velan por los derechos de los animales, entre ellas PETA, han luchado contra esta industria con la creación de campañas como la del año pasado «Whose skin are you in?» (¿En la piel de quién estás?), con la que afirma que cada año se sacrifican en promedio veinte millones de animales en granjas legales e ilegales que mueren por su piel. Campañas como esta, la ilegalidad de algunas granjas y el maltrato animal para obtener el cuero han sido los anteojos que llevaron a ver de una nueva forma la industria del cuero y las que llevaron de alguna manera a la reflexión de continuar con el look sofisticado que da este producto pero utilizando pieles sintéticas o cuerina a base de petróleo. PETA, de hecho, promociona la moda «Cómo vestir vegano» basada en el cuero sintético.

Sin embargo, según Hijosa, en la producción de este tipo de cuero (sintético y cuerina) se hace uso de elementos dañinos con el medio ambiente. Lo que Piñatex quiere es, en efecto, oponerse a ellas creando una alternativa biodegradable que no afecta ni a los animales ni al ambiente. Ser un sustituto del cuero animal, con una apariencia más poderosa que la de la cuerina es entonces el propósito de esta marca.

Ahora bien, pensando en el clima y las condiciones de las Filipinas, en donde la humedad y la temperatura tropical están presentes durante todo el año como en nuestro país, ¿sería descabellado pensar en una industria como la de Piñatex en Colombia?

Según un estudio del DANE de 2013 en Colombia hay por lo menos tres zonas donde se da una producción importante de esta fruta tropical: Risaralda, Santander y Cauca, lugares cuya producción representa el 70 por ciento del stock total —130 mil toneladas de piña al año— y convierten al país en el doceavo productor de esta fruta en el mundo, un alimento destinado, según Asohofrucol (Asociación Hortifrutícola de Colombia) en su mayoría al consumo interno y, además, a la exportación hacia países como Estados Unidos, Bélgica y Holanda. Entonces ¿Por qué no dar un salto a la industria del cuero hecho con frutas?

Con la lengua cortada después de tener que comerme una rodaja y muchas inquietudes como la anterior, quise preguntarle a Carmen sobre su innovador producto.

Carmen, en un país como Colombia tenemos tres tipos de piña, ¿crees que sería posible crear cuero con cualquiera de ellos?

Carmen Hijosa: Piñatex tiene por delante un futuro muy prometedor. Es un producto que todavía no está en el mercado pero estamos centrados actualmente en el desarrollo del mismo y la industrialización del tejido. Será a partir de ahí que iniciaremos el proceso de expansión del negocio por el mundo. Sin duda, Latinoamérica y entre sus países Colombia, al ser uno de los principales proveedores de Piñas del planeta, es el siguiente en la lista.

Sin embargo, todos los trabajos realizados hasta la fecha se han realizado con la variedad de piña Formosa, que crece en Filipinas. No se han hecho estudios con los otros tipos de piña. A priori no debería ser un problema pues no se utiliza el fruto sino las hojas de la planta. Pero reitero: no se han hecho trabajos ni pruebas fuera de esta variedad. ¡Nos tocaría investigarlo!

Pensar en una piña como insumo para hacer un zapato o una chaqueta de cuero, no es usual. ¿Cómo se produce cuero a partir de esta fruta?

Desde mi viaje a Filipinas empecé a investigar durante años sobre las características que tienen las fibras de las hojas de esta fruta. Me di cuenta de que al sacarles la goma de celulosa y convertirlas en un no-tejido o non-woven (una red de fibras o filamentos naturales que no fue tejida y donde las fibras están adheridas entre sí, como la seda), se transforman en una tela flexible y resistente parecida al cuero. Todo este proceso de transformación se hace en una fábrica de no-tejidos para luego darle el terminado deseado. La ‘piel’ de fibras de hoja de piña como resultado de este proceso, funciona entonces como una especie de canvas con el cual se pueden hacer muchas cosas: se le puede teñir y dar diferentes formas para crear desde bolsos hasta sofás.
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Este gráfico explica el ciclo de producción de Piñatex. Primero se extraen las piñas de los campos por los agricultores. Enseguida se escogen las hojas de piña en mejor estado. Al hacer este proceso de selección, se les extrae la goma de celulosa (proceso denominado degumming) a dichas hojas, que es lo que va a permitir convertirlas en un no-tejido. Cuando se construye un no-tejido en la fábrica especializada se les da el acabado (tintes, texturas, etc.) y así se pueden convertir en el producto deseado. Lo que hace que Piñatex sea sostenible es que trabaja con una parte que es un sobrante (las hojas), del producto que es la piña. Además, lo que no se utiliza del producto terminado se puede reciclar y convertir en fertilizante para sacar más goma de las fibras de las hojas de piña. Lo que sí sirve, va directo al consumidor.

¿De dónde salió la idea de convertir una piña en un textil?

Trabajé como consultora en las Filipinas a mediados de los 90 para el Centro de Diseño y Desarrollo de Productos en el país tagalo. Allí descubrí las cualidades de las fibras de la planta de la piña (finas y resistentes) para luego iniciar la exploración de posibles vías de desarrollo de un nuevo textil que pudiera convertirse en una alternativa a la piel animal.

¿Cuánto costaría el cuero de piña en comparación con el cuero de los animales?

El posicionamiento de Piñatex se presentará como alternativa a los textiles sintéticos (tejidos basados en petróleo y cuero), que contaminan enormemente el medio ambiente pues no son biodegradables. Piñatex es un tejido que se añadirá a la tendencia de trabajo en tejidos sostenibles y que abre un campo ambiental en el mundo textil. Un metro cuadrado de Piñatex cuesta alrededor de 18 libras inglesas (algo así como 70 mil pesos colombianos) mientras que el metro cuadrado del cuero normal cuesta 25 libras (más de 90 mil pesos). La diferencia en el precio no es sustancial, no se trata únicamente de reducir precios en pieles, la idea también es dar una solución ambiental a la contaminación y una utilización a campos ya existentes de los cuales no se ha sacado tanto provecho. Con Piñatex se reduce en más de un 30 por ciento los residuos del cuero animal.

Por eso no se trata de reducir costos sino de cambiar un estilo de vida. Piñatex está inspirado en un libro llamado Cradle to Cradle, cuyo lema es Reducir, reutilizar, reciclar.Desperdiciamos mucho, por eso este pensamiento ecológico se está fortaleciendo en todos los aspectos, hasta en nuestros textiles.

¿Cuál es el impacto de Piñatex en el medio ambiente?

Las fibras de la planta de la piña son un subproducto de la cosecha de la fruta, por lo tanto un desecho. Nosotros recolectamos ese desecho y lo convertimos en un producto nuevo y sostenible utilizando los residuos de ese mismo producto ya finalizado en fertilizante. Así, con Piñatex lo que estamos haciendo también es ofrecer a las comunidades de campesinos locales nuevas fuentes de ingreso para su desarrollo, pues su trabajo como agricultores cambiará. Ya no se planta piña para obtener sus frutos únicamente, sino que se utilizan también sus hojas de existentes plantaciones, lo que hace que se añada valor al trabajo de los cultivadores de la piña. Piñatex persigue entonces una optimización de los beneficios medioambientales en toda la cadena de producción.
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¿Cuántas piñas se necesitan para fabricar el cuero?

 

Una piña normal tiene alrededor de 30 a 40 hojas, cada una de más o menos un metro. Para producir un metro cuadrado de Piñatex se necesitarían 480 hojas de fibra de piña, es decir 16 piñas por metro cuadrado.

¿Quién ha estado interesado en comprar este tipo de cuero?

Desde la presentación y lanzamiento de Piñatex en la Royal College of Arts en Londres el pasado diciembre, hemos logrado captar el interés de un alto número de empresas y diseñadores de todo el mundo en búsqueda de una solución ambiental para la creación de sus prendas. Desde grandes marcas internacionales, empresas locales y diseñadores independientes, todos ellos interesados en poder utilizar en sus diseños materiales sostenibles y amigables con el medioambiente. Los principales sectores interesados en Piñatex hasta el momento son el calzado, los bolsos, accesorios, decoración, textil hogar y la industria del automóvil. La versatilidad de este producto es muy elevada gracias a la flexibilidad de la tela. Se pueden hacer muchas cosas con ella con un acabado parecido al cuero. Por eso considero que le depara un futuro prometedor para convertirse en un material aplicable a infinidad de productos como las sillas de un carro, sofás, carteras, todo tipo de zapatos, chaquetas y guantes.

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¿Piñatex está comercializando con diseñadores? ¿Con quiénes?

En estos momentos Piñatex está en la fase previa a la producción industrial. Estamos llevando a cabo tests y realizando diferentes prototipos con algunas empresas como Puma y Camper. Para el lanzamiento, diversas marcas y diseñadores de renombre aportaron sus prototipos confeccionados con Piñatex. Alli Capellino, diseñador italiano, es un ejemplo.

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Colombia es el paraíso de las frutas, ¿es posible obtener cuero con otras de ellas?

Actualmente se están llevando a cabo diversas tecnologías para lograr obtener tejidos de otras plantas. Ese es el caso del bambú, el coco, el cáñamo o la banana que ya han logrado abrir mercado con materiales innovadores.

Por ejemplo el abacá, conocido también como el cáñamo de Manila, es un material grueso y flexible. Es una fibra que proviene de la familia de los plátanos. Se le denomina como la nueva cashemira.


 

Fuente: Vece por María Rivas Serrano

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