La última tendencia: invertir para cambiar el mundo
Los datos muestran la importancia de esta nueva tendencia: La inversión Socialmente Responsable ha crecido un 26% anual desde 2010
Los ahorradores están cada vez más preocupados por el impacto social y medioambiental de las compañías en las que invierten. Ya no basta con obtener rentabilidad, esta tiene que ser obtenida conforme a sus valores. Algunos, van un paso más allá y buscan inversiones que directamente generen un impacto positivo.
Los datos muestran la importancia de esta nueva tendencia: La inversión Socialmente Responsable ha crecido un 26% anual desde 2010(1) y según la consultora McKinsey, dos tercios de los Millenials encuestados están de acuerdo con la afirmación “Mis decisiones de inversión son una manera de expresar mis valores sociales, políticos o medioambientales” (2).
Para dar servicio a esta creciente demanda, muchas gestoras están lanzando vehículos especializados. Los principales bancos de inversión y casas de análisis también han constituido equipos expertos en sostenibilidad que publican informes periódicamente.
Vertidos tóxicos, emisiones de CO2, explotación laboral y discriminación sexual son solo algunos aspectos a los que la comunidad inversora está prestando cada vez más atención respondiendo a una sociedad cada vez más concienciada.
La mayor parte de estos fondos miden su impacto respecto a los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas: “erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos en los próximos 15 años” (3).
Se estima que, para lograr estos objetivos, solo en los países en vías desarrollo, hacen falta $1.4 billones de dólares anuales.
La inversión de impacto cuestiona que sea posible solucionar los problemas más importantes de la humanidad únicamente mediante políticas gubernamentales y filantropía.
Tipos de inversión
Existen diversas maneras de afrontar la inversión socialmente responsable y cada estilo tiene sus propios matices. Se puede hacer una clasificación en función del nivel de impacto:
- Inversión Responsable: Excluye los sectores en conflicto con unos determinados valores (Armamento, tabaco, juego, industrias altamente contaminantes…).
- Inversión Sostenible Socialmente Responsable: Independientemente del sector en el que operen las compañías, busca líderes en ESG – Por sus siglas en inglés: Enviromental (Medioambiente), Social y Governance (Gobierno Corporativo). Un ejemplo sería una empresa industrial con significativamente menores emisiones de CO2 que sus competidores y con una gestión eficiente de residuos.
- Inversión temática de impacto: Se trata de empresas cuyas operaciones contribuyen directamente a fines sociales o medioambientales. Dentro de las cotizadas destacan como ejemplos Suez Environnement (implementa soluciones en gestión de agua y residuos) y Bharat (ofrece servicios financieros a población desfavorecida en la India).
Existen otros tipos de enfoque que responden a unos determinados valores, por ejemplo, los de principios religiosos (un ETF llamado “S&P Catholic Values”, fondos que invierten conforme a la ley Sharia etc.) y otros que cuidan del bienestar de los animales.
Bonos verdes
Otro activo de creciente importancia son los llamados “bonos verdes”. Tienen como fin la financiación de proyectos que produzcan beneficios frente al cambio climático.
Financiar a la Municipalidad de Lima para instalar un tranvía eléctrico en la ciudad o a Microsoft para construir un macro-parque eólico que genere la energía necesaria para su negocio en la nube en Europa son algunos ejemplos.
La mayoría de los bonos verdes están ligados a energía renovable, edificaciones verdes, transporte limpio y gestión sostenible del agua.
La emisión de estos bonos duplicó su volumen en el año 2016 y se espera que lo vuelva a hacer en 2017 alcanzando más de 160 mil millones de dólares en el año.
Analizando los bonos verdes que hay actualmente en el mercado, se puede observar que presentan rentabilidades similares a los bonos tradicionales por lo que suponen para los inversores un activo específicamente dedicado a proyectos con impacto medioambiental que ofrece al mismo tiempo una rentabilidad atractiva.
¿Y qué pasa con la rentabilidad?
La inversión responsable no tiene por qué implicar rentabilidades más bajas.
De hecho, en los últimos 10 años, el índice Global Dow Jones Sustainability World ha subido +13% más que el MSCI World(4).
Parece lógico pensar que empresas concienciadas con el futuro, con plantillas diversas, eficientes en el uso de recursos, etc., presenten mejor comportamiento bursátil a largo plazo.
En algunos casos, excluir determinados sectores, puede afectar negativamente a la rentabilidad. Por ejemplo, desde 1994, las compañías del sector del tabaco han subido un 9% anual más que las del índice MSCI World(5). En cualquier caso, muchos inversores no han tenido problema en renunciar a esta mayor rentabilidad sabiendo que sus ahorros están alineados con sus valores y no contribuyen a expandir el tabaquismo por el mundo.
Dificultades
Evaluar qué inversiones son aptas para este tipo de fondos no es sencillo.
Históricamente muchas empresas han gastado cantidades simbólicas en causas sociales y en campañas de relaciones públicas. Hoy las aspiraciones deben ser mucho mayores.
Hay varios casos que llaman la atención y demuestran la dificultad de la materia. Por ejemplo, que empresas productoras de tabaco están incluidas en el índice STOXX ESG Leaders. También que RobecoSam (firma especialista en inversión sostenible), en 2015 poco antes del escándalo de las emisiones, considerara a Volkswagen como el grupo automotriz más sostenible del mundo.
Por ello, es esencial profundizar en el análisis al evaluar el impacto social y medioambiental de las actividades principales y secundarias de las corporaciones.
En el buen camino
Es incuestionable que el capitalismo y la globalización han conseguido una notable mejora en el bienestar de la humanidad. Solo en los últimos 20 años, más de 1.000 millones de personas han salido de la extrema pobreza.
Dicho esto, también es incuestionable que numerosos grupos humanos se han visto excluidos y otros han sido directamente perjudicados por este sistema económico. El planeta tierra es uno de los damnificados y, en muchos aspectos, las actuales tendencias de consumo no son sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
La inversión socialmente responsable ofrece una solución al creciente número de inversores que buscan un capitalismo responsable
La inversión socialmente responsable ofrece una solución al creciente número de inversores (ahorradores privados, fondos de pensiones, fundaciones, etc.) que buscan un capitalismo responsable.
Aun nos encontramos en la fase inicial. Es fundamental que las distintas partes implicadas sigan colaborando para generar oportunidades de inversión que ofrezcan un impacto positivo medible.
Las empresas también tendrán que ser más transparentes: deberán cuantificar y desglosar indicadores que reflejen el impacto social y medioambiental de sus operaciones. Tanto el impacto positivo como el negativo.
Estamos en un momento histórico en el que nuestra generación, gracias a los avances tecnológicos, tiene en su mano solucionar los principales problemas a los que se enfrenta la humanidad. Para ello, es esencial que los proyectos y compañías implicados tengan acceso a la financiación que ofrecen los mercados de capitales y es precisamente en este espacio donde la inversión de impacto desempeña su vital papel.
- US SIF
- https://www.mckinsey.com/industries/private-equity-and-principal-investors/our-insights/from-why-to-why-not-sustainable-investing-as-the-new-normal
- http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
- Dow Jones Sustainability World Total Return USD y MSCI World Net Total Return USD Index. Datos a 20 de octubre de 2017.
- MSCI World Tobacco Index. Datos a 28 de abril de 2017.
Fuente: El Confidencial
Autor Arturo Benito