Más que comida caliente: solidaridad, resiliencia y aprendizajes tras la DANA

Rosalba MiguelBlog, Comunidad de Aprendizaje, Red profesionalLeave a Comment

La tragedia causada por las lluvias torrenciales en Valencia nos dejó imágenes de devastación, pero también mostró el poder transformador de la solidaridad. Desde Economía Humana, lanzamos la campaña “Raciones de comida caliente para las personas afectadas por la DANA” , logrando no solo entregar más de 6,000 comidas a las personas más vulnerables, sino también tejer una red de apoyo humano que unió a empresas, voluntarios y organizaciones en un esfuerzo común.

Este artículo recoge los logros de la campaña, los testimonios que nos conmovieron y las reflexiones que nos inspiraron para el futuro. Una vez más, confirmamos que la resiliencia comienza en lo colectivo y que la verdadera fortaleza de una comunidad radica en su capacidad de cuidarse mutuamente.

¡Descubre cómo juntos marcamos la diferencia!

Hace más de un mes, las lluvias torrenciales en Valencia provocaron una catástrofe sin precedentes en nuestro país. Cientos de familias enfrentaron grandes pérdidas: sus hogares, pertenencias y medios de vida quedaron devastados. Sin embargo, esta tragedia despertó una ola de solidaridad que ha dejado una huella imborrable.

Esta situación conmovió profundamente a la Comunidad de Economía Humana y nos impulsó a lanzar la campaña “Raciones de comida caliente para las personas afectadas por la DANA”, en colaboración con Novaterra Catering & Events y Novaterra Social Logistics, dos organizaciones locales de nuestra comunidad que garantizaron que la ayuda llegara de manera directa y efectiva.

Nuestro objetivo era claro: ofrecer menús calientes a las personas más vulnerables en las zonas afectadas. Pero el impacto fue mucho más allá de la asistencia inmediata: estas empresas sociales no solo brindaron apoyo esencial, sino que también generaron empleo local y fortalecieron a los agricultores de Valencia, promoviendo un modelo de solidaridad que combina acción directa con sostenibilidad e impacto consciente.

Resultados de la campaña

Desde el inicio de nuestra campaña solidaria, el pasado 6 de noviembre, hemos logrado:

  • Entregar 6,370 comidas calientes a las zonas afectadas.
  • Recaudar 24.600 € gracias a las aportaciones solidarias de más de 50 personas, empresas y organizaciones.
  • Recibir más de 2.000 kg de materias primas donadas por empresas como HortaCuina, Pasta Catalana y Fundación Copade.
  • Movilizar a más de 20 voluntarios para tareas de envasado, distribución y micro-logística en Benetússer, Paiporta y Aldaia.
  • Generar empleo directo para 7 personas , algunas de ellas con discapacidad, dedicadas exclusivamente a esta campaña.

Más allá de estas cifras, cada ración entregada simboliza un principio esencial de Economía Humana: el cuidado y los vínculos genuinos como base de una economía consciente y próspera.

Testimonios de la solidaridad

Lola, vecina de Benetússer y coordinadora local de distribución, compartió: "Comer comida caliente reconcilia con la normalidad y la rutina; comer de lata sumerge en la excepcionalidad".

Por su parte, Cintia Caudet, de 19 años y estudiante de magisterio en Chilches, comentó sobre su experiencia como voluntaria: "Participar fue una oportunidad para vivir y sentir de cerca lo que están atravesando los afectados. Al colaborar directamente y ver con tus propios ojos la situación, te vuelves más consciente de la magnitud de lo ocurrido. Además, me di cuenta de lo agradecidas que están las personas cuando reciben ayuda de desconocidos que solo tienen una misión: colaborar. Esta experiencia me ha enseñado valores esenciales como la empatía, la unión y la solidaridad sin fronteras."

Santi Baena, quien viajó desde Barcelona hasta Valencia con su furgoneta cargada de donaciones de materias primas e insumos, compartió: "Fue una experiencia transformadora. Pude ser testigo directo del esfuerzo y compromiso de los voluntarios y de cómo pequeños actos de solidaridad pueden cambiar vidas . Regresé con el corazón expandido y lleno de gratitud."

Desde Conil de la Frontera (Cádiz) , Sonia y Alfredo Peralta organizan una sesión de Yoga Solidario para recaudar fondos. Sonia reflexionó: "Esta iniciativa me permitió comprender la fragilidad de la vida y la importancia de cuidarnos los unos a los otros. No solo en situaciones de emergencia, sino siempre, como un acto cotidiano de humanidad."

Estos testimonios representan solo una parte de las historias de transformación y empatía que han surgido durante esta campaña. Cada acción, por pequeña que parezca, ha sido fundamental para construir una red de apoyo sólida y efectiva.

Reflexiones para el futuro

La DANA nos ha dejado importantes aprendizajes, que debemos aplicar para enfrentar los retos venideros:

  1. La inteligencia colaborativa como base para comunidades resilientes
    Enfrentar los desafíos futuros requiere invertir en planos de acción que integren la inteligencia colaborativa, fomenten la participación activa de la ciudadanía y fortalezcan la colaboración entre el ámbito público, privado y social. Una comunidad alineada con su propósito común está mejor preparada para responder con resiliencia.
  2. El bien mayor como guía para respuestas conscientes
    Responder a las crisis desde la perspectiva del bien mayor implica actuar con humildad, ecuanimidad, confianza y discernimiento, reconociendo la asistencia de la inteligencia universal. Esto asegura un enfoque integral que cuida tanto de las personas como del planeta, promoviendo una economía más consciente y sostenible.
  3. Los vínculos como motor de transformación colectiva
    La co-creación es el motor de una sociedad próspera. Las redes solidarias deben fortalecerse no solo en tiempos de crisis, sino como un modelo continuo de convivencia y apoyo mutuo. Desde la empatía y la unión, es posible tejer relaciones auténticas que impulsan la evolución colectiva hacia un mundo más humano y próspero.

La resiliencia comienza en lo colectivo

En un mundo en constante cambio, las emergencias climáticas nos recuerdan tanto nuestra fragilidad como nuestra capacidad de cuidarnos mutuamente. Cada acto de solidaridad suma, y ​​cada iniciativa colectiva multiplica nuestras posibilidades de superar desafíos.

Que las lluvias futuras nos encuentren preparados no solo con infraestructuras más resilientes, sino también con corazones más abiertos y comunidades más unidas. Porque, al final, la resiliencia no se construye en soledad; se teje con los hilos de la colaboración, la confianza y el compromiso mutuo.

Desde Economía Humana queremos agradecer profundamente a todas las personas, empresas y organizaciones que han hecho posible esta campaña. Su apoyo ha sido una prueba tangible de que la solidaridad tiene el poder de transformar vidas y comunidades enteras.

Consulta la memoria completa de la campaña aquí.

Gracias por ser parte de esta gran red de apoyo y cuidado mutuo. ¡Sigamos construyendo juntos una economía más humana!

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