Las claves de la mediación como alternativa para la gestión no violenta de los conflictos

¿Sabías que la mayoría de conflictos pueden gestionarse de manera creativa?
Con Adrián Prada descubrimos que además nos brindan la oportunidad para crecer personal y profesionalmente.

En Economía Humana nos encanta dar a conocer ejemplos inspiradores de emprendimiento por y con valores

En el último Desayuno-Networking contamos con la participación de Adrián Prada, ingeniero naval, creador de Orienta PDV, empresa especializada en mediación de conflictos y miembro de la Comunidad de TransformMakers.

Adrián nos introdujo en las claves de la mediación como alternativa para la gestión no violenta de los conflictos a través de su experiencia y de ejemplos reales del sector náutico.

Gracias a él, pudimos saber que actualmente, hay más de 4.000 millones de Euros bloqueados en procesos judiciales. Esta cifra es el resultado del uso generalizado que en nuestra sociedad hacemos de la judicialización como vía de gestionar los conflictos.

Lo habitual cuando tenemos un conflicto es acudir al juzgado para poner una denuncia sin darnos cuenta que con ello estamos delegando nuestro poder a un tercero “el juez” para que lo resuelva según unas leyes externas y su propia subjetividad.

La Mediación abre un espacio para un tercero neutral acompañe a las partes en conflicto con el objetivo de que restablezcan el canal de comunicación roto, retomen el conflicto y lo gestionen de la menor manera posible para el bien de todos.

Si bien, en la mayoría de los casos, después de un juicio la relación entre las partes queda rota, después de una mediación la relación mejora en un porcentaje muy elevado.

Si bien, en la mayoría de los casos, después de un juicio la relación entre las partes queda rota, después de una mediación la relación mejora en un porcentaje muy elevado.

Otra de las ventajas que nos ofrece la Mediación es la eficiencia. Mientras que un proceso judicial suele tardar años en resolverse y suele ser muy costoso; un proceso de mediación suele resolverse en semanas o pocos meses y el dinero invertido es infinitamente menor.

Para facilitar la integración de todo este conocimiento, Adrián propuso a los asistentes abordar un conflicto personal mediante un ejercicio práctico para sobre las 4 opciones al escuchar un mensaje difícil.

Desde el juicio

Culpar o criticar a la otra persona
Culparse o criticarse a uno mismo

Desde el diálogo generativo

Conectarse con la propia experiencia interna de sentimientos y necesidades.
Conectarse con los sentimientos y necesidades de la otra persona.

Una experiencia realmente enriquecedora gracias a la cual pudimos darnos cuenta que la evaluación inicial que hacemos de un conflicto está distorsionada por “falsos sentimientos”. El conflicto nos ofrece la oportunidad de descubrir qué necesidades básicas y legítimas no tenemos cubiertas a la vez que descubrimos y reconocemos las necesidades de nuestro “adversario”. Sólo así podemos abordar la situación con mayor amabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás para satisfacer nuestra verdadera necesidad de forma creativa.

Desde Economía Humana vamos a impulsar la creación de un servicio de Mediación (y una bolsa de mediadores) dirigido a profesionales y empresas que quieran gestionar sus conflictos de manera pacífica y creativa.

La única necesidad que el ser humano no puede satisfacer por sí mismo es la de contribuir al bienestar de los demás. Adrian Prada

TESTIMONIOS

Antonio Luis Campos
En el desayuno de hoy se nos han ofrecido herramientas para cambiar la percepción sobre los conflictos que se nos presentan en el día a día. Ha sido muy enriquecedor aprender a “observar” no sólo el estado emocional provocado por el conflicto, sino también las necesidades no cubiertas que hay más allá. Sin duda, es una de las claves para gestionar positivamente cualquier desacuerdo. Conseguirlo significa disfrutar de una mayor calidad en las relaciones humanas.

Ester Galindo
Me encantó asistir al desayuno de Economía Humana en que Adrián Prada expuso la metodología en que se basa para llevar a cabo sus procesos de mediación. No solo nos involucró gracias a la dinámica que propuso, sino que logró que tomásemos conciencia de hasta qué punto estamos desconectados de lo que sentimos cuando interactuamos con los demás. Nos dimos cuenta de cómo saboteamos nuestras relaciones al interactuar demasiado desde la mente: analizando, evaluando y enjuiciando todo lo que nos ocurre, en lugar de darnos espacio (a nosotros y a los demás) para escucharnos con compasión y expresarnos desde ahí. Fue toda una experiencia, que Adrián remachó con el detalle de darnos esa maravillosa hoja de necesidades y sentimientos. Creo que no fui la única que se quedó con las ganas de practicarlo más… 😉