Bio

En mi adolescencia, la formación cristiana me llevó al compromiso en partidos y organizaciones afines al pensamiento socialcristiano y la Teología de Liberación. Allí tuve mi primera vinculación con Centro Latinoamericano de Economía Humana y el pensamiento de L-J Lebret.
La dictadura que sufrió el Uruguay entre 1973-85 me obligó a dejar mi país y en París, obtuve un grado en economía, un posgrado en Estadística Aplicada y trabajé en la Unesco.
Volví al país con 4 hijos y trabajé como docente de economía en la Universidad de la República y luego en la Universidad Católica en Metodología de Investigación.
Me fui orientando al área de gestión, convencido de que las empresas y organizaciones concretan la actividad económica y determinan sus éxitos y fracasos.
Pero una calidad de gestión que implica respeto por la persona, responsabilidad ante la sociedad y protección de la naturaleza: desde lo micro cotidiano ayudar a construir una economía abierta a la trascendencia de la persona.
Por más de 20 años mi actividad profesional estuvo vinculada a consultorías,
empresariales y en organismos públicos e internacionales.
Mi relación con la Universidad Católica creció y terminé siendo docente e investigador en administración y economía, apoyado en un DEA de la Universidad de Deusto.
Fue muy enriquecedora la experiencia con la dirección de trabajos finales de grado y posgrado, que permitía vincular el aprendizaje con transformaciones personales y profesionales de los estudiantes.
En paralelo, participó de la Comunidad Mundial de Meditación Cristiana y mantengo mi compromiso político.
Con 9 nietos, la construcción de una Economía Humana no me es algo conceptual, sino como compromiso con las nuevas generaciones y entiendo que la MIEH es un aporte para ello.
Actualmente profesor del área temática: Economías Transformadoras Comparadas del Máster Internacional de Economía Humana.