Para mí ha habido un antes y un después del desayuno que se ha celebrado el 13 de septiembre de 2019 en Madrid, convocado por Economía Humana. Fue una gran alegría y un alivio encontrarme con personas afines a mis criterios en cuanto a lo empresarial, ideológico e incluso espiritual. Se creó un clima de confianza casi desde el comienzo, aderezado con café, bollitos, fruta, infusiones…. Tuvimos hueco todos para exponer nuestras propuestas, nuestras dudas, nuestras preguntas a otros asistentes e incluso nuestros deseos más profundos sobre lo que nos gustaría alcanzar. Aparte, la exposición de en qué consiste Economía Humana por parte de los organizadores fue magistral, sin que eso robara tiempo a la de los asistentes. Era como si la consciencia (y no ninguno de nosotros) fuese la protagonista del evento. Personalmente, al ser emprendedora autónoma (imparto cursos en que combino la escritura, la meditación y el trabajo con las emociones), me sentía bastante sola en mi labor de tratar de sacar adelante mi negocio (tan personal) sin tener que convertirme en una depredadora. Es decir, me está costando mucho equilibrar en mi vida una estabilidad económica con la humanidad. O sea, Economía Humana. Encontré una especie de hogar como profesional, espero que por muchos años