Por Luchy LópezCuarto encuentro de la Comunidad de Aprendizaje de Economía Humana - CAEH con un actividad facilitada por Yacine Kabbage.
Con el título “¡Vamos a vivir juntos!” Yacine nos invitó a tomar conciencia de las dificultades que genera tomar decisiones cuando nos aferramos a nuestras identidades y los roles que adoptamos.
La dinámica estuvo fue inspirada en un juego de resolución no-violenta de conflictos "Los fumadores/as (Juego de Rol)" vivida por Yacien en un Congreso de Juegos Cooperativos para la Paz y los Derechos Humanos, organizado por Edhuca, en México, y adaptada al ámbito del Co-Living, idea que tuvo Yacine después de asistir a una videoconferencia sobre el tema, organizada por Hábitat Humano. Se trata de ponerse de acuerdo entre personas con identidades bien marcadas y muy dispares sobre las condiciones para vivir todos juntos.
La CAEH es una propuesta liderada por el Nodo de EH en Madrid. Ha sido co-creada por los alumnos de la Academia de Economía Humana.
En este post, Luchy López comparte su testimonio sobre la experiencia.
Nueva sesión en la Comunidad de Aprendizaje de Economía Humana.
De nuevo me encuentro delante de la pantalla frente a compañeros que apenas conozco y que sin embargo empiezo a considerar personas cercanas. Personas de esas a las que te atreverías a pedir ayuda o consejo, a las que te gustaría escuchar más a menudo, saber más de su vida...
La propuesta de hoy la facilita Yacine Kabbage desde Tánger (Marruecos), lleva por título “¡Vamos a vivir juntos!” y nos invita a explorar el punto #2-Transidentidad del Manifiesto de EH.
En ella participamos: Daniel desde Mar de Plata (Argentina), Pablo desde Perpignan (Francia), Berta desde Barcelona, Carina desde la Sierra de Madrid, Natalia desde el Norte de Madrid y una servidora desde el Sur de Madrid.
Empezamos el encuentro acusando la ausencia e dos compañeras que habían confirmado pero que a última hora no han podido asistir. Ello ponen en riesgo la dinámica porque necesitábamos ser un mínimo de 9. Así que, al inicio, nos sentimos contrariados.
Rescato como algo valioso que no pasáramos por encima cómo nos sentíamos y que cada quien, desde su particular perspectiva, contara con un espacio común para expresarse. A mí, esto me habla de que se ha generado un contenedor de confianza y me gusta.
En mi caso atravieso el momentillo de “cómo creo yo que tienen que ser las cosas” para ir un poco más hondo.
Más allá de saberme mal por Yacine, también me pasa que me estoy dando cuenta de que cada uno importa, de que cada uno de nosotros aporta un color al encuentro que lo hace único, irrepetible y que de algún modo no quiero perderme eso.
Como quiera, aún siendo menos de los que se requería, Yacine decide seguir adelante y probar la propuesta.
Yacine Kabbage
Después de un recorrido por Japón y México en el que trabajé en puestos de relaciones publicas, docencia y dirección, estoy de regreso a mi tierra natal (Tanger, Marruecos) buscando mi rumbo y propósito de vida. En mi día a día, doy clases a estudiantes de universidad y administro Mandala Dance Yoga, un espacio que creamos con Andrómeda, mi esposa, para proponer actividades que contribuyen al bienestar a través del movimiento.
La dinámica del Taller propuesto por Yacine gira en torno al co-living desde un rol playing.
Primero nos pasa unas preguntas para contestar y luego nos adjudica roles a cada uno que tenemos que defender. La escena a representar es una reunión para consensuar los puntos del cuestionario.
Lo ocurrido con el tema de los asistentes ya nos había metido en onda magistralmente.
“Irnos a vivir juntos”, como montar una empresa, una asociación o una familia, a menudo es una ilusión preciosa que luego hay que aterrizar y no siempre se está lo suficientemente entrenado para llevarlo a cabo con elegancia.
Personalmente, me he dado buenos coscorrones incluso abierto alguna brecha, creyendo que podría tomarme a la ligera la realidad del encuentro entre “iguales diferentes”.
No deja de maravillarme lo mucho que “habla” todo si pongo consciencia y corazón al mirar. Nos hemos reído y juntos hemos pulido nuevas perlas de la joya que supone este compartir libres en comunidad.
Me daba cuenta de que hay un sentido de libertad vinculado a no tener que “ser yo”, no tener que imponer un punto de vista o una opinión, un sentido de libertad muy diferente a ese otro que proviene de cuando “me salgo con la mía”.Luchy López
Miro lo anecdótico de las dificultades de convocatoria que tenía hoy la reunión (podría haber sido yo misma la que se hubiese descolgado), luego miro la propuesta y me digo que es como una obra de teatro dentro de otra y ambas dentro de la mía propia, como unas muñecas rusas perfectamente diseñadas para invitarme a reflexionar sobre el compromiso, sobre el equilibrio entre lo individual y lo colectivo, sobre lo que es correcto en un momento dado y que en otra ocasión puede no serlo y como no... sobre la transidentidad.
En el compartir del cierre nos dábamos cuenta de que cambiar de rol, ponerte en los zapatos del otro, es siempre enriquecedor. Que una realidad puede ser vivida por mi desde ángulos muy diferentes y todos ellos muy coherentes según el momento, las prioridades y también según la consciencia que alcance a tener.
Me daba cuenta de que hay un sentido de libertad vinculado a no tener que “ser yo”, no tener que imponer un punto de vista o una opinión, un sentido de libertad muy diferente a ese otro que proviene de cuando “me salgo con la mía”.
He agradecido toda la experiencia. Hemos disfrutado de jugar, de expresar y de reflexionar.
Me siento subida en un trasatlántico siendo cada propuesta un puerto donde desembarcar para dejarme sorprender. Hoy cada uno estaba físicamente en un territorio diferente (3 continentes, 4 países) y creo yo que el aroma de la tierra que uno habita también nos impregna de manera singular y cambiante.
Verdaderamente estoy de viaje, mientras descubro a mis compañeros, sus paisajes, sus colores y sus misterios, me descubro también a mí misma en relación a todo ello con multiplicidad de expresiones que alojo dentro y que de otro modo no conocería.
Muchas gracias a todos, estando y no estando, todos ayudamos a contar cada día una nueva historia que gracias a la mirada transidentitaria puede ser muy hermosa.
En esta Comunidad de Aprendizaje no vivimos juntos ¡Viajamos juntos!
AUTORA
Luchy López, miembro del Nodo Madrid de Economía Humana y Creadora de ACa, consciencia corporal y atención plena.